Corría el año 1909, Florencio Varela contaba con una población estable de dos mil habitantes; su creación como partido era reciente; el intendente municipal en ese entonces era Don Bartolomé Oliver. Muchas de las calles eran de tierra y la idiosincrasia y sentir de la gente era muy distinta a la actual. La población tendía a nuclearse, integrarse con fines comunes, compartir objetivos, mostrarse solidaria, entregando horas de su tiempo sin ninguna mezquindad. Así se formaron muchas de las Instituciones que aún mantienen vigencia en nuestro medio.
Otros tiempos, otras costumbres, otra forma de vivir, sin tantos riesgos, con ambición de crear, con vocación de servir, con ganas de hacer.
El origen del Club Varela Junior está estrechamente vinculado a la vida fugaz del Club Atlético “Florencio Varela”, cuya fundación arranca desde el año 1906, según se desprende de dos párrafos del acta de la sesión del Consejo Escolar, presidida por el señor José Urcegui el día 18 de julio de ese año y cuya resolución está redactada en los siguientes términos.
“El presidente da cuenta de que provisionalmente y hasta que se reuniera el Consejo, había dado permiso a la C. Directiva del Club Atlético Florencio Varela para celebrar sus reuniones. Después de un ligero debate entre los Consejeros Señor Lozano y de la Fuente; se resuelve aprobar la resolución de la presidencia, limitando la cesión del local sólo para las reuniones de la comisión”.
Por aquellos años, siendo presidente de este Club, Don Edelmiro Palacios, y el Señor Agustín Dubini después, se hicieron las primeras manifestaciones deportivas, en este pueblo, a base de prácticas futbolísticas y pedestres. Los primeros cultores del juego del fútbol, fueron los jóvenes Humberto Vergani, Italo Gaudino, José L. Cariboni, Francisco Castaldo y otros que se pierden en el recuerdo, a los cuales se unía siempre la inolvidable figura del “Gordo Gazcón” y su hermano “Pichita”.
El pedestrismo tenía también sus entusiastas, que periódicamente realizaban carreras de aliento, cuyo recorrido era desde la esquina de la calle Humberto Primo (hoy Dr. Salvador Sallares) hasta el almacén de Berreymundo, ida y vuelta por la calle Real que hoy se llama Avenida San Martín. Los organizadores de estas juntas deportivas eran los hermanos Arnaldo y Atilio Massone, quienes también participaban en las competiciones conjuntamente con los hermanos Bidart, Peleteiro, Locatelli y elementos de otras localidades.
Las actividades de este Club se paralizan a los cuatro años aproximadamente, desde su iniciación, y por entonces comiénzala actuación del Club Atlético y Deportivo Varela Junior, con las presencias sucesivas de los Señores Arnaldo Massone, Juan Greloni, Rafael Aquilano, Amadeo B. Dapena y Eugenio Schiantarelli, a quienes suceden el Señor Pedro F. Monroy, bajo cuya presencia se hacen las primeras incursiones futbolísticas en los campeonatos de las ligas de Adrogué y Lomas de Zamora, las que se continúan con éxito en los campeonatos de la Federación Platense, siendo presidentes los Señores Enrique Albizzati y Ovidio Morando. Al término de esta última se produce un estancamiento y en el año 1920, se reorganiza nuevamente bajo la segunda presidencia del Señor Monroy, la que puede calificarse de actuación lúcida que dio prestigio y calor popular a la Institución, a raíz de los diversos torneos atléticos disputados y el triunfo obtenido al año siguiente en el campeonato de la Asociación Argentina de Fútbol.
Las presidencias subsiguientes las ocupan los Señores Salvador Robertazzi, Irineo Sosa, Anastasio Villar, Pedro J. Devicenzi, Tomás Palma, Celsio Cibeira, Stanley Baynes, Enriique L. Otero y Antonio B. Barbalán.
Larga y exitosa ha sido la labor cumplida por las distintas comisiones directivas que han actuado al frente de la Institución, que desde el año 1938 tiene personería jurídica.
De acuerdo a la memoria y balance del ejercicio correspondiente al año 1940, el capital social alcanza a la cantidad de $11.006,75 moneda nacional, y acusa además, un saldo efectivo que pasa al ejercicio 1941 de $1.064,07 moneda nacional. Así en forma incipiente se dio forma a la entidad, que con el andar del tiempo fue recibiendo mayores adhesiones, y por la que pasaron tantos prestigiosos vecinos, que aportaron su esfuerzo, en forma anónima y dieron vida a una entidad modelo y a quienes por su legado mucho debemos agradecer.
Fines y objetivos plasmados en los Estatutos Sociales
Quienes dieron nacimiento a la Entidad, establecieron en sus estatutos sociales, la finalidad y objetivo de su creación.
Su artículo segundo dice:
- » Fomentar y practicar toda clase de deportes de aficionados.
- » Realizar espectáculos públicos concordantes son los fines sociales que proporcionen beneficios.
- » Propulsar la cultura física, practicando toda clase de ejercicios y juegos atléticos, fomentándolos entre sus asociados y la población y cooperar con las autoridades a estos fines.
- » Dedicar preferible atención al desarrollo físico de los niños y fomentar la preparación del jugador amateur en las divisiones inferiores.
- » Desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre los asociados, quienes gozarán de todos los beneficios sociales posibles.
- » Adquirir las tierras y locales apropiados para la consecución de esos fines.
- » Propender al mejoramiento intelectual y cultural de sus asociados.
- » Crear una sección social para expansión de sus socios, en la que se permita la práctica de juegos de ajedrez, damas, dominó y aquellos que contribuyan al desarrollo del ingenio y la inteligencia.
La misma dinámica social, las necesidades del medio y costumbre de la gente han ido cambiando, pero los fines y objetivos básicos que dieron origen a la creación de la Institución se mantienen inalterables. Fomentar la cordialidad y solidaridad, prestar preferente atención a los niños para su formación física e intelectual, fomentar la práctica deportiva amateur entre otras cosas, son las características salientes de la Institución, que cada día con mayor vigor demuestran su desarrollo.
Campo de Deportes – Sede Social
El primer campo de deportes donde desarrolló su actividad la Institución; denominada por ese entonces como “Loros de Invierno” por su proverbial color blanco y verde en su casaca, fue donde funcionaba la antigua usina de SEGBA, luego trasladaron su escenario deportivo a Monteagudo y 9 de Julio; 25 de Mayo y las vías y Corrientes y Vicente López.
El asiento institucional deambuló desde la casa de Dapena; a la casa de Robertazzi, el edificio lindante al desaparecido cine “Palais”; teniendo también como sede durante un tiempo el inmueble sito en la calle Humberto Primo casi San Martín.
Corría en el año 1948, las necesidades de expansión, exigían un espacio mayor, la Institución se encontraba consolidada como tal, y la práctica deportiva con inclinación a los juegos de salón, obligaban a pedido de los socios, a brindarles mejores comodidades.
Así adquiere en remate público el inmueble que sirve de asiento actual al Club Varela Junior, y que, con el correr del tiempo fue objetivo de mejoras con la construcción de espacios para la práctica de diversos deportes.
La antigua casona que sirvió de residencia de una conocida familia varelense, se transformó en sede de la Entidad; pasaron desde ese entonces cincuenta y un años, durante los cuales se cobijaron miles de recuerdos donde bailaron al compás de la música de los tradicionales bailes, jóvenes y no tan jóvenes varelenses; donde tantos practicaron deportes y donde otros tejieron su ilusión de purrete con el apoyo de otros que le daban vida a la entidad.
Por eso esta modesta reseña, con tal vez muchas omisiones involuntarias, pretende ser el reconocimiento a quienes con mucha vocación y poco egoísmo nos dejaron en el club un ejemplo de trabajo, como legado para las generaciones futuras.
